Seres vivos más grandes que han existido (o existen) en el planeta:
El ser humano es relativamente pequeño, si lo comparamos con muchas de las especies animales y vegetales que pueblan la tierra y más aún con las que ya se encuentran extintas desde hace milenios. Pero aun así, nuestra especie se las ha arreglado para exterminar a una buena cantidad de los animales que habitaban nuestro planeta, más grandes y más pequeños que nosotros. Y es que hubo eras, hace muchísimo tiempo, en que este mundo estuvo regido por criaturas considerablemente más grandes que nosotros, verdaderos gigantes prehistóricos. Pero incluso hasta el día de hoy la naturaleza puede llegar a sorprendernos con sus inmensas creaciones. Pero ¿Cuáles han sido los seres vivos más grandes en la historia de la Tierra? En el listado que te presentamos a continuación, Buenamente.com te presenta una selección de los más grandes seres que han existido y que en algunos casos, aún existen. No podemos más que sentirnos realmente pequeños al imaginar la escala de estos seres. Los seres vivos más grandes que han existido (o existen) en el planeta.
Árboles de Secuoya
Los árboles de Secuoya son los seres vivos más grandes que existen en el planeta, hablando en términos de volumen. Pueden crecer hasta una altura de más de 100 metros de alto y 10 metros de diámetro. También son los seres vivos más longevos, llegando a vivir más de 3000 años.
Descripción
El tronco es recto, cilíndrico, con ramas horizontales ligeramente curvadas hacia abajo, su corteza es muy gruesa, suave y de un brillante color Pardorrojizo que se va oscureciendo expuesta a la intemperie. Las
hojas son de tamaño variable: entre 15-25 mm, largas y aplanadas en árboles jóvenes, y brotes a la sombra en la zona inferior de la copa de los ejemplares viejos, hasta 5-10 mm de largo en brotes expuestos a pleno sol en la parte superior de la copa de árboles más viejos; entre ambos extremos hay una amplia transición de tamaños. Son de color verde oscuro en las partes superiores y en la parte inferior poseen dos bandas con estomas blanco azulados. La disposición de la hoja es espiral, aunque las más grandes y sombreadas están giradas hacia la base para conservar una posición plana y obtener la máxima luz posible. Los
conos son ovoides, de 15-32 mm de largo con 15-25 escamas dispuestas en espiral; maduran entre 8-9 meses después de la
polinización a finales de invierno. Cada escama de estos conos contiene entre 3 a 7
semillas, cada una de 3-4 mm de largo y 0,5 de ancho, con dos alas de 1 mm. Estas semillas son liberadas cuando las escamas maduran y se abren al secarse.
La secuoya roja más vieja tiene alrededor de 3200 años; muchas otras exceden los 600 años. Es una de las tres especies de árboles de madera roja. Esta, utilizada antiguamente en la construcción, se emplea en la ebanistería por su alta calidad y su llamativo color.
Su hábitat natural, que se encuentra en sistemas montañosos bastante húmedos y crecen en grupo, resguardándose de fuertes vientos y heladas, se circunscribe a una estrecha franja del oeste de Estados Unidos que abarca desde la zona meridional de
Oregón hasta
California central donde se la encuentra tanto en zonas llanas como en las húmedas de las colinas costeras.
De las secuoyas es conocida su
longevidad (computada en miles de años) y aunque hoy en día es el
ser vivo más alto del planeta, en el pasado fue superado por
eucaliptos y
abetos gigantes hoy en día desaparecidos. La forma en que está diseñada su estructura es llamativa: a partir de la misma
raíz crecen troncos independientes pero muy próximos unos de otros, de forma que si uno fuera dañado, los demás se desarrollarían independientemente, aunque aportando savia al tronco que la necesita.
Localización y ecología
En las montañas donde hay más precipitación debido a la humedad que despide el océano. Los árboles más altos y más viejos se encuentran en valles y barrancos profundos donde fluyen arroyos durante todo el año y la precipitación de la niebla es constante. Por su parte, las secuoyas que se sitúan por encima del nivel de la niebla, es decir, por encima de unos 700 metros, son más bajas y pequeñas debido a las condiciones meteorológicas: ambientes secos, fríos y excesivo viento. Además, el roble “tan”, pinos y los abetos “Douglas” a menudo comen el terreno de los secuoyas en estas elevaciones. Pocos redwood trees crecen cerca del mar, debido al intenso ambiente salino y al viento. La niebla es de mayor importancia en la ecología del secuoya de la costa (Redwood National Park).
La frontera norte de su extensión se delimita por dos arboledas en el Chetco River en la periferia del oeste de las Klamath Mountains, 25 kilómetros al norte de la frontera entre California-Oregón. Las poblaciones más grandes y más altas están en Redwood National and State Parks (condados Del Norte y Humboldt) y Humboldt Redwoods State Park (Humboldt County, California).
Esta zona nativa proporcionan ambiente único con lluvias estacionales fuertes(hasta 2500 mm o 100 pulgadas anualmente). El aire fresco costero y la niebla mantienen una humedad constante durante todo el año en este bosque. Varios factores, incluyendo las precipitaciones fuertes, crean una tierra con menos nutrientes de los necesarios, causando que las secuoyas dependan mucho de toda la comunidad biótica del bosque, con un reciclaje completo de los árboles muertos. Esta comunidad biótica incluye las siguientes especies: Coast Douglas-fir, Western Hemlock, Tanoak, Pacific Madrone, y otros árboles además de una gran variedad de helechos Redwood sorrel, musgos y setas. Las secuoyas proveen un hábitat para una gran variedad de mamíferos, pájaros, reptiles y anfibios. Los troncos viejos de secuoya proveen un hábitat para el búho Spotted y amenazado a nivel federal y para el Marbled-Murrelet, especie de California en peligro de extinción.
La corteza gruesa, rica en taninos, combinada con follaje que empieza en las alturas por encima del suelo, suministran una buena protección de los daños causados tanto por fuego como por insectos, lo cual contribuye a la longevidad de las secuoyas de la costa. La secuoya costera más vieja conocida tiene alrededor de 2200 años; muchas otras en zonas silvestres pasan los 600 años. Las numerosas declaraciones de la existencia de árboles aún más viejos, son incorrectas. Curiosamente, y debido al aparente período de vida eterna de las mismas, las secuoyas costeras se denominaron “las secuoyas eternas” a principios del
siglo XIX; en latín Sempervirens significa ‘siempre verde o eterno’, una coincidencia desconocida a todo aquel que nombró a esos gigantes.
La ubicación prehistórica de los fósiles del Genus es considerablemente mayor con una distribución cosmopolita que incluye Europa y Asia hasta hace 5 millones de años.